POR QUÉ HACER DEPORTE Y CUIDAR TU ALIMENTACIÓN.
A pesar de que el hacer ejercicio y comer sanamente es una tendencia que se incrementa día a día, los niveles de obesidad e inactividad física siguen aumentando año con año, de acuerdo con la última encuesta relativa al tema el 72.5% de la población adulta mexicana tiene un exceso de peso ya sea sobrepeso u obesidad.
Esto puede deberse a muchos factores, aunque la mayor parte es atribuida un excesivo consumo de calorías y a la falta de ejercicio, que a pesar de todo, al final son decisiones personales las que dan lugar a esas estadísticas. A pesar de todas las campañas a favor de una dieta saludable aún hay personas que manifiestan no conocer los beneficios de cambios en su estilo de vida, lo asocian en el mejor de los casos con verse mejor, lo ponen como una cuestión de vanidad, por lo que les es difícil asumir la responsabilidad individual sobre su salud y no llevan a cabo acciones para mantenerla o mejorarla.
Las decisiones u omisiones que tengamos sobre nuestro cuerpo en el momento actual nos ayudarán a mantenernos es la mejor forma posible, es una inversión para nuestra salud futura con beneficios y rendimientos en el presente.
Algo importante que he notado con los pacientes que tengo es que la motivación es fundamental para poder lograr cambios adecuados en tu vida, debemos visualizarnos como nos queramos sentir y ver, eso nos ayuda a mantenernos enfocados.
Aunque suene como cliché hay que hacer de los cambios que realices un estilo de vida, no ver las cosas como obligación o como sufrimiento, lo más recomendable es hacer cosas que a ti te gusten, moverte, disfrutar tu actividad física, hay muchas opciones al alcance de todos, no hay que cerrarnos únicamente al gimnasio, hay personas que se sienten intimidadas solo por estar ahí, se sienten desmotivadas y lo renuncian.
Para poder comenzar cambiar nuestro estilo de vida sería recomendable tomar a consideración varios puntos clave que nos ayudarán a lograr el éxito que esperamos.
El primero y más importante de todos es:
DARNOS CUENTA DE QUE TENEMOS UN PROBLEMA Y QUE DEPENDE DE NOSOTROS SOLUCIONARLO.
Como ya lo comentamos un 72.5 % de la población tiene sobrepeso u obesidad, además, de acuerdo con datos del INEGI un 58 % del población no realiza actividad física, por lo que podemos concluir que la mayoría de la población no se da cuenta de que los hábitos que tiene y que comparte con las personas que los rodean.
Si no nos damos cuenta de que lo que estamos haciendo de forma cotidiana como: el abusar de productos industrializados, consumir altas cantidades de azúcar y grasas procesadas, ingerir altas cantidades de alcohol, no realizar actividad física, etcétera nos está provocando problemas y nos desgasta a una tasa más elevada de lo normal, provoca que muchas de nuestras células pierdan su funcionalidad o esta se vea comprometida, lo cual nos expone a enfermedades cardiovasculares y metabólicas, provoca que nos sintamos de mala forma, que presentemos cuadros de fatiga, que aumentemos de peso.
ACUDIR CON UN PROFESIONAL.
Importantísimo, sería el segundo paso, debido a que son personas capacitadas para ver a largo plazo, de repente te puedes encontrar con gente que te promete ayudar a bajar hasta 10-15 kilos en un mes, pero no es lo recomendado por las repercusiones a tu salud, lo mejor es hacer las cosas a largo plazo, con educación nutricional, pero también debes de poner de tu parte, no solo acudir con él y seguir las cosas por un tiempo, si no que mientras más te involucres en el tratamiento mejor serán los resultados, se trata de un trabajo a largo plazo en cuál el que pongas de tu parte y preguntes cosas, ayudara a que tu nutriólogo pueda personalizar más tus opciones y hacer que disfrutes más tu proceso. Recuerda que disfrutar lo que haces se debería volver fundamental.
EVITAR DIETAS O PRODUCTOS MILAGRO.
Muchas personas que buscan acelerar u obtener resultados muy rápidos comienzan por comer muy poquito y se dejan influenciar por personas que lo único que buscan es venderles un producto o incorporarlos a un esquema piramidal, debemos comprender que la pérdida de peso, debe de realizarse de forma sostenida y pensando en el largo plazo, dietas extremadamente estrictas lo único que provocaran es que no disfrutemos el proceso, se presenten ataques de ansiedad y se ponga en riesgo nuestra salud. Recientemente se publicó un metanálisis de las opciones existentes para mejorar la composición corporal y se llegó a la conclusión de que un ligero déficit calórico es la mejor opción para tener resultados a largo plazo.
NO DEJAR DE CONSUMIR ALGÚN GRUPO DE ALIMENTOS
Seguramente has escuchado lo siguiente: “yo solo dejo la tortilla y bajo de peso”, “no tomes refresco y ya”, “come pura proteína para hacer más músculo”. Y si bien tiene algo de verdad esas afirmaciones, se quedan a medias, el hacerlas de manera aislada solo provocara que todo lo que estás haciendo por mejorar tu estado de salud no funcione correctamente, recuerda que todos los grupos de alimentos son importantes para nuestra salud, si eliminamos alguno lo que estamos provocando es alterar el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo y forzarlo a realizar acciones para compensar los déficit.
ENCONTRAR UNA ACTIVIDAD QUE NOS GUSTE.
Hay tantas opciones para comenzar a ejercitarnos, no te recomendaría que te cierres a solo ir al gimnasio, lo verdaderamente importante es que sea algo que disfrutes, que no lo veas como algo doloroso el realizarlo, puedes comenzar por caminar, andar en bicicleta, practicar yoga, nadar, clases de ballet o baile, escalada, ir a las unidades deportivas y jugar frontón, básquet o lo que sea que te llame la atención, inclusive puedes hacer que la forma en que te transportes cuente como actividad física, camina más, anda en bicicleta, utiliza las escaleras en lugar del elevador, lo recomendado por la OMS para gozar de un estado de salud optimo es realizar diariamente por lo menos 30 minutos de actividad física de forma continua, quizás al principio pueda costarte trabajo, o pienses que no vale la pena, pero créeme, vale totalmente el esfuerzo.
LOS BENEFICIOS SON MUCHÍSIMOS.
Los beneficios de tener un estilo de vida saludable se ven reflejados en el presente y además son una inversión para el futuro nos ayuda a envejecer de manera adecuada, fortalece nuestros sistemas cardiorrespiratorio, inmunológico, digestivo, previene el desarrollo de enfermedades como Diabetes tipo II, Hipertensión Arterial, Cáncer, Insuficiencia Renal, Osteoporosis etcétera, además de que obviamente nos ayuda a vernos y sentirnos de mejor manera.
Por: Yoana Sinue Martínez Sandoval, especialista en Nutrición Deportiva.